9 nov 2009

Vivimos de apariencias

¿Por qué?

¿A qué le tenemos tanto miedo que no podemos mostrarnos como realmente somos?

¿Tanto nos lastimaron?

¿Y si como protección hacia los demás también estamos lastimando a otra persona?

Es una pena, realmente, que tengamos que vivir así. Nadie se muestra 100% como es; y esto no significa que sea un hipócrita, sino que tiene muchas heridas que sanar.

Me voy a poner como ejemplo.

*empieza a llover*

Hubo dos personas que quemaron mi carne con fuego y son dos marcas que voy a tener que llevar siempre, y cada vez que sonría con el corazón, voy a recordar que no todo debe ser así de perfecto, y voy a dudar, a desconfiar, a alejarme para finalmente, volver a encapsularme.

El primero me mintió y me arrebató mi inocencia, mi confianza, que era uno de mis pilares más característicos.

El segundo, sabiendo todo ésto, me cobijó, me mimó, hasta me malcrió; me ilusionó, y después me arrancó la venda de esa quemazón que me estaba ayudando a sanar, dejando la herida de nuevo al descubierto, más enrojecida y dolorosa que antes.

Las personas cambian, evolucionan, y es lógico que sus necesidades y sentimientos lo hagan con ellas.

Las experiencias, no siempre son lo que nos esperamos o simplemente nos sobrepasan con su magnitud, tanto, que no sabemos como encausarlas.

Todos tenemos métodos de protección; mostrarnos de una forma inversa a lo que necesitamos, no mostrarnos completamente, adoptar, inconcientemente, las actitudes o la forma de ser de quien nos haya lastimado para así no volver a caer, mantenernos en una burbuja de timidez, ó, la más popular, ser un forro para que nadie se te quiera acercar y no te jodan.

Es realmente triste, que tengamos que aparentar tanto.

*está cesando de llover*


Pese a todo esto, verán que un poco de fé todavía hay en mí, ya que si no, no me hubiera puesto de ejemplo ni hubiera hecho público uno de mis dolores más grandes.

Estoy intentando romper con todo lo que dije antes, dejar de ser una apariencia nada más para volver a ser una persona, para volver a tener confianza en los demás.

Habrá muchos que me entiendan, otros a los que no les importe, y otros que se reirán de todo esto, y justamente es a estas últimas personas a quien va dirigido todo lo que escribí; así demostrás que no sos más que una apariencia a la cuál tenés que mantener, fuerte, inmaculada, impenetrable, desmereciendo todo aquello que no te resulte importante, pero tampoco respetándolo. ¿Y por qué te sentís así? Porque efectivamente, te identificaste.


*vuelve a llover*


hoy todos necesitamos un abrazo...


L

1 comentario: