Se me pasó, se me fué, y en este momento no hay nada que pueda hacer.
Miro para atrás y no puedo creer cómo pasaron los años, y cómo, en ese tiempo, estuvimos tan descordinados.
Cuando él quiso, yo no; cuando yo quise, él no pudo; cuando él pudo, yo estaba ocupada; y cuando me liberé (en el más literal de los sentidos), era él el que estaba ocupado.
Es uno de los que ya no quedan, de los que ya no hay, y por eso es lógico que ahora no tenga libertad.
Hace un año y medio le dije que lo iba a esperar. Y aquí estoy firme, manteniendo mi decisión.
Se me fué un tren que todavía espero, pero si todo en lo que creo es real, todavía quedan muchos más por llegar.
L.L.B.
No hay comentarios:
Publicar un comentario